La
organización Personas por el Trato Ético
de los Animales (PETA, del inglés People for the Ethical Treatment of
Animals) causó una importante polémica con su propia marca de ropa, Urban Outraged, que ofrece productos hechos
con “piel humana”.
Aunque
suene descabellado es real. Se trata de una colección
ficticia en la que las prendas emulan partes
humanas y que ha sido realizada en protesta de las compañías que aún utilizan pieles
de animales para sus artículos.
La
plataforma de activismo People for the
Ethical Treatment of Animals (PETA) apunta a que esta colección
realizada con “pieles humanas” está
basada en una serie de prendas y accesorios “fabricados con el mejor cuero,
que, si se miran por segunda vez, revelan rostros humanos en las chaquetas,
dientes humanos en los zapatos y sangre humana rezumando de los bolsos”.
La
campaña tiene como objetivo principal llamar la atención a los diseñadores y productores que aún
siguen realizando sus colecciones con pieles
de animales.
“La piel de una vaca le pertenece, y siente
el miedo y el dolor en un matadero tanto como lo haríamos tú o yo”, fue la
explicación que la vicepresidenta ejecutiva de PETA, Tracy Reiman, compartió en The Post para dar a conocer la
impactante campaña que ha sido furor en las redes sociales.
Pero,
además, cada prenda ha recibido
un nombre en particular haciendo alusión a “personas
sacrificadas”, dentro de su storyline ficticia, cuyos órganos se utilizaron
para “fabricar” los artículos, muchos de los cuales conservan parte de su forma
humana.
“Este
cinturón de cuero neutro en cuanto al género fue elaborado a mano y está
diseñado para durar 100 años, lo cual es irónico, considerando que Adrián no lo
hizo por tanto tiempo. Todavía le quedaba mucha vida antes de ser acorralado y
muerto de hambre hasta que su piel estuviera en las condiciones adecuadas.
Adrian no murió de inmediato, porque el proceso necesario para hacer el
cinturón requería que le quitaran la piel mientras aún estaba vivo, plenamente
conscientes de para qué iba a ser utilizado”, reza la cruel descripción del
cinturón de Adrián, por ejemplo.
Es una
idea por demás impactante pero que no se trata de la primera vez que este grupo de activistas que defienden a los animales utiliza recursos extravagantes
y polémicos para concienciar sobre la crueldad
hacia los animales en las industrias.
En
su mensaje, la organización de derechos animales más grande del mundo, explica
que cada año, estos seres sufren y mueren para producir artículos de lana,
cuero, seda, entre otros.
“Las
cabras explotadas por cachemira gritan
de dolor y terror cuando los trabajadores les arrancan el pelo con
peines de metal afilados. Más tarde, les cortan la garganta en los mataderos y
los dejan morir en agonía. Y las vacas son golpeadas y electrocutadas
rutinariamente para obtener cuero en algunos de los proveedores más
importantes”.